Kodak y la revolución con Brownie

En 1888 George Eastman, fabricó el primer modelo de las cámaras Kodak.

Por veinticinco dólares de entonces se podía comprar una cámara y obtener las cien primeras fotos en papel. Era una cámara de tipo de cajón, ligera y de tamaño pequeño, cargada con un rollo de la película desplegable y con la suficiente longitud para tomar 100 exposiciones. Después de haber expuesto el rollo, la cámara se enviaba a Rochester, donde se sacaba la película, se revelaba, se imprimían las copias y se cargaba con un nuevo rollo por 10 dólares.

Un precio demasiado alto para los sueldos de entonces, que impidió su inmediata popularización. Pero en 1900, con el nacimiento de la archifamosa cámara Brownie. Kodak baja el precio de su máquina a un dólar quince, consiguiendo así crear furor por las fotos. El anuncio de la cámara relataba: «Hasta un niño la puede manejar». De esta forma, se popularizó la fotografía gracias a la cámara Brownie de Kodak, sin duda se trataba de una máquina con gran visión de negocio.

En 1923 se puso en el mercado la película de 16 mm., asociando a ella todo el proceso de la cinematografía amateur. Esta introducción tuvo semejanza a la introducción de la cámara Kodak. Se proporcionaba la película lista para ser cargada a la luz del día en una cómoda cámara portátil y después de expuesta se devolvía a la compañía donde se revelaba por el proceso de inversión y se entregaba lista para proyectarla en el hogar.

Eastman murió en 1932, un editorial del periódico New York Times, dijo: «Eastman fue un factor decisivo en la educación del mundo moderno».